Mitos comunes sobre traducción
Mito 1: cualquier persona bilingüe puede ser un buen traductor.
Este es probablemente el error más común. Es cierto que para poder traducir es necesario conocer más de un idioma, pero para ser un buen traductor, el requisito más importante es ser buen escritor. Un traductor profesional necesita un cierto dominio de las palabras, sumado a un control de diferentes estilos de escritura y registros que pueda emplear para distintos tipos de proyectos, sean estos legales, médicos, de ficción, financieros, etc.
Mito 2: se necesita un título en traducción o en lengua extranjera para traducir profesionalmente.
No es necesario un título universitario para poder trabajar en la gran mayoría de las agencias de traducción, e incluso menos para ejercer por cuenta propia, como traductor «freelance». De hecho, hay traductores que provienen de muchas áreas diferentes, tales como la ingeniería, la medicina o el derecho, y luego utilizan sus conocimientos de fondo para especializarse en ese tipo de proyectos.
Mito 3: los programas de computación son mejores traductores que los humanos.
Las computadoras son grandes aliadas para el trabajo de los traductores, con sus glosarios en línea, las herramientas CAT (traducción asistida por computadoras), etc., pero las traducciones automáticas tienen todavía un largo camino que recorrer antes de poder producir algo comparable en calidad al trabajo realizado por un profesional.