Localización de la traducción
Ya habíamos mencionado que el idioma inglés no es el mismo en Inglaterra, los Estados Unidos, Australia o Canadá. El español tampoco es uno solo: se habla distinto en España y en los distintos países del continente americano, e incluso no es igual al de los hispanoablantes de los Estados Unidos. Si bien hay una gran porción del idioma que es común a todos (lo que llamamos «español neutro»), hay muchas palabras, frases, modismos y giros que no se utilizan en todas partes.
Es muy importante que un cliente con un texto (novela, documento, página web, etc.) a traducir sepa a qué audiencia necesita que se dirija su traducción, de manera que se la «localice» como corresponde, seleccionando las formas propias de esa región.
¿Qué es localizar un texto?
Una palabra puede tener varias versiones, todas con el mismo significado, pero cada una se usa en distintas regiones. Por ejemplo, la traducción de «peanut» puede ser maní (usado en el sur del continente americano), cacahuate (México, por ejemplo), o cacahuete (mayormente en España). Si bien es probable que, aunque suene extraña, se conozcan y se entiendan las otras versiones, puede llegar a desconocerse el término usado, o hasta tener un significado de mal gusto u ofensivo, que no tiene nada que ver con la intención del original. Un traductor nativo o especializado reconocerá las diferencias y sabrá cuál de todas las versiones utilizar para producir una traducción adaptada a ese público en particular y lograr que no se pierda nada del significado ni del «tono» local original.
Ahora bien, si lo que se desea es abarcar una amplia zona hispanohablante, la solución sería utilizar un español neutro. Pero de eso hablaremos otro día.