Gafas traductoras
Para resumirlo en una frase familiar y expresiva: «éramos pocos y parió la abuela«… Los traductores no teníamos suficiente preocupación con los avances de la traducción automática y entonces los japoneses (la abuela) acaban de inventar unos bonitos lentes que harían interpretaciones subtituladas del interlocutor con quien uno hable. Estas gafas tan interesantes, comentadas en este artículo del diario El País, aparecerían a la venta -según ese medio- el año que viene a esta altura, y costarían algo así como cien mil euros (¿quién no los va a conseguir de acá a noviembre de 2010?).
Pero a no desesperar, que todavía tendremos que informarnos sobre la calidad de la traducción que produzcan las gafas. Mientras tanto, seguiremos insistiendo en lo que sabemos: que el traductor (e intérprete) humano es irremplazable… Y luchando para que muchos entiendan lo que significa una traducción profesional. Pero bueno, el bebé de la abuela en breve estará entre nosotros.