El futuro del idioma español en los Estados Unidos
El consenso general es que el español y su uso, en términos de la cantidad de hablantes y la «visibilidad» general (medios establecidos, publicidad, etc.), están creciendo exponencialmente en los Estados Unidos. Y con la cantidad récord de inmigrantes hispanohablantes que vienen de Centroamérica y Sudamérica, parece que esto continuará en forma indefinida. Por lo tanto, no hay duda de que miles, millones de hispanoparlantes están viniendo a los Estados Unidos: la cuestión es, sin embargo, ¿el español que los inmigrantes llevan con ellos se arraiga en los EE. UU. o termina perdiéndose?
Con más de treinta y cinco millones de personas en este país que hablan español como idioma principal en casa, su uso ciertamente es más que un «pip» en el radar del inglés. Si se suma a eso la cantidad de angloparlantes que estudian español, ya sea en la escuela o la facultad, o como parte de la capacitación para un trabajo (profesionales de la medicina, funcionarios de gobierno, etc.), se tendrá una porción muy significativa de la población de los EE. UU. con al menos una capacidad básica para comunicarse en español. Los programas de educación bilingüe son mayores ahora de lo que nunca habían sido antes, y las empresas y corporaciones están gastando más dinero que nunca en publicidad en ambos idiomas. Entonces, ¿qué duda cabe?
En primer lugar, los estudios muestran que el español rara vez se pasa a una tercera generación de hispanos en los EE. UU. Los niños que aprenden ambas lenguas desde pequeños tienen mucha mayor destreza en inglés que en español, debido al sistema educativo y por estar simplemente expuestos al inglés. La historia también ha demostrado que hay grandes cantidades de inmigrantes que no pueden mantener un idioma que no se pasa de generación en generación. El alemán, por ejemplo, se hablaba alguna vez en forma bastante generalizada en los Estados Unidos, pero después de las dos Guerras, la reforma inmigratoria, etc., el número actual de hablantes de alemán en este país se ha reducido a enclaves diminutos.
Por lo tanto, el uso del español en los Estados Unidos ¿aumentará, disminuirá o se mantendrá estable? Eso está por verse.