¡Enfóquese!
Hágase esta pregunta: ¿Ha estructurado su vida y su entorno de manera que sea posible cumplir con sus prioridades más importantes?
Para muchos de nosotros la respuesta es no. Comenzamos el día con excelentes intenciones. Pero entonces las personas comienzan a llamar por teléfono y a enviar correos electrónicos, a preguntar y a dirigir, y de pronto ya nos es muy difícil recordar en lo que queríamos enfocarnos en un principio.
Nuestro día comienza a ponerse frenético, intentos por volver al camino correcto mientras que avanzamos poco. Al final de la semana hemos olvidado qué era lo que esperábamos lograr al principio de la semana. Y al final del año, estamos frustrados porque no hemos avanzado hacia el logro de nuestras más importantes prioridades.
La solución no es tratar de enfocarse mejor. Eso no funcionará. La disciplina y el autocontrol son insostenibles porque en la mayoría de nuestros entornos hay muchas distracciones, muchas otras cosas que otras personas quieren que hagamos, demasiadas oportunidades y tentaciones que nos alejan de vidas que reflejan nuestros verdaderos valores y prioridades. Es como comprometerse a hacer una dieta mientras trabajamos en una heladería.
Necesitamos reestructurar nuestros entornos limpiando nuestros espacios de trabajo, la computadora, reducir el ruido, las distracciones, los descansos, etc., para que podamos encaminarnos hacia nuestras principales prioridades y ser capaces de enfocarnos.
Siéntese con alguien, su gerente, un colega, su compañero, y muéstreles su lista de cosas por hacer y su calendario para el día. Dígales lo que pretende lograr y cómo tiene cabida en su plan para lo que desea enfocarse durante el año. Diciéndolo a viva voz y al hacer que otra persona le escuche y responda a lo que escucha, crea un nivel de compromiso más profundo y una responsabilidad.
Tener éxito al enfocarse en las cosas que más le importan, sólo sucederá a largo plazo cuando cree un entorno que le sirva de respaldo.
(Traducido del original de Kurt M.)