Arroba
Es el símbolo que se utilizaba para representar la unidad de masa llamada arroba: @ (plural @@), equivalente a la cuarta parte de un quintal, es decir 25 libras ó 11,502 kg. En la actualidad se utiliza para indicar «en» («at» en inglés) en las direcciones de correo electrónico y otros servicios en línea que utilizan el formato usuario@servidor. En inglés se utiliza en reemplazo de la preposición «at», en frases como: «100 psi @ 2000 rpm» (100 libras por pulgada cuadrada a 2000 revoluciones por minuto).
En español se dice «arroba», pero en otros idiomas se utilizan expresiones mucho más descriptivas: en italiano, su nombre significa «caracol», igual que en bielorruso y en coreano; en afrikaans, alemán, holandés y rumano, «cola de mono», en búlgaro, «monito», como en polaco y serbio es «mono». En finlandés es «cola de gato», en griego, «patito», en ruso, «perrito» y en húngaro, «gusano» o «larva». En danés y sueco su nombre es «a con trompa», en euskera, «a envuelta» y en turco, «a con cola».
La arroba contra la discriminación
En los últimos años, debido al auge de lo políticamente correcto, en concreto del uso de un lenguaje no sexista, se está extendiendo la costumbre de hacer explícita la alusión a ambos sexos cuando se utilizan sustantivos o adjetivos animados:
- Los alumnos y las alumnas de esta clase ganaron el concurso de belleza.
Dado que esta forma resulta larga y engorrosa, ha comenzado a extenderse el uso del símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signo parece incluir en su trazo las vocales A y O:
- L@s alumn@s de esta clase ganaron el concurso de belleza.
Este uso es muy frecuente en partidos políticos, movimientos asociativos, prensa joven, e incluso ha sido empleado en algunas campañas institucionales. La Real Academia no admite estas opciones porque: en los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical (…) se emplea para referirse a (…) todos los individuos de la especie, sin distinción de sexo. Tal uso del género gramatical masculino no denota intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva. Sólo se precisa del uso de los dos géneros cuando la oposición de sexos es un factor relevante en el contexto:
- La proporción de alumnos y alumnas en las universidades se ha invertido en los últimos años.
(Información extraída de Wikipedia).